Es el garbanzo tradicional de tamaño grande, consistente, de color cremoso y de piel más uniforme que la de otras variedades. Si algo podemos destacar de ésta variedad, además de que su piel es muy fina, es que no pierde el hollejo, es tierno y de delicioso sabor; absorbiendo y realzando el sabor de los productos a los que acompaña. Es ideal tanto para los platos de invierno, como para las ensaladas frías de verano.